Es fundamental cambiar los filtros de aire tanto como los de aceite una vez al año, y con mayor frecuencia si se trabaja en ambientes corrosivos donde se efectúa un mayor esfuerzo. Dependiendo del elemento filtrante y de la función, los elementos filtrantes deberían reemplazarse cada 6 o al menos cada 12 meses.
¿Qué problemas pueden derivarse de no hacer los cambios de filtros a tiempo?
Disponer de un filtro contaminado provoca que se dañe el compresor. Cuanto más suciedad y contaminación contentan los filtros, las impurezas se van extendiendo y afecta negativamente a la calidad del aire comprimido. Los principales contaminantes que requieren tratamiento en un sistema de aire comprimido típico son la humedad, los microorganismos, la suciedad atmosférica, el vapor de aceite, los aerosoles de aceite…
¿Qué beneficios tiene reemplazar los filtros periódicamente?
Lo primordial es garantizar el suministro de aire comprimido de alta calidad y reducir los costes de energía. Con el correcto reemplazo a tiempo se evita posibles fallos de válvulas, cilindros y otras partes móviles en los equipos.
El cambio de aceite se suele realizar también con el mantenimiento periódico. Generalmente los aceites minerales se cambian cada 4000 horas de funcionamiento, y el doble si se trata de aceites sintéticos para compresores. De cualquier forma, siempre es conveniente hacer la prueba en laboratorio a través de un análisis para ver el tipo de contaminación que pueda tener.
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